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miércoles, 20 de febrero de 2013

La lactancia de Luna

Ester y su familia en la Fiesta de la Lactancia Materna de Zamora 2012

En la pasada Semana Mundial de la Lactancia Materna del 2012, Creciendo Juntos participó, entre otras actividades, con un foro de madres en el que compartir, entre familias, las experiencias de lactancia que habíamos vivido. Una de las "valientes" que se subió al estrado a poner voz y rostro a su experiencia fué Ester Brunicardi, que trataba de transmitir la importancia de tener cerca una red de apoyo con la que consultar, en la que apoyarse y con la que compartir, de mujer a mujer.

Ahora Ester y su familia han comenzado una gran aventura, se marchan a otro continente y nos gustaría que supieran cuanto cariño y calidez dejaron tras de sí. Por eso compartimos las palabras que aquel día Ester nos dijo al compartir generosamente su experiencia:

Hola a tod@s: 
Soy Ester, la mamá de Luna, una niña preciosa que acaba de hacer un añito; y la Razón de que hoy esté aquí pasándolo fatal, pues esto de hablar en público no es para nada lo mío. Pero pienso en ella y en todos los bebés y en sus mamás, que por la “no” información que recibimos, se quedan sin algo tan maravilloso e importante como la lactancia; y entonces saco el arrojo necesario para estar aquí, contándoos mi experiencia y, si con ello puedo ayudar a alguna mamá que esté pasando por lo mismo, entonces habrá merecido la pena. 
Cuando estaba embarazada me imaginaba la maternidad y la lactancia (en cuanto a idea), bastante parecido a lo vivido, puesto que en mi entorno familiar, todos los bebés han sido amamantados y porteados. Yo lo veía y sabía que era lo que yo quería. Quería sentir y vivir lo que mis hermanas y primas sentían, me enternecía profundamente esa mirada cómplice entre ambos a la hora de mamar. 
Evidentemente, esa era la idea, porque cuando llegó el momento, todo aquello que imaginaba que sentiría, se multiplicó por infinito… 
Pero claro, esto llegó después, cuando ya todo funcionaba, pues mi contacto inicial con la lactancia distó mucho de ser algo relajado entre una mamá y su bebé. 
Os pongo en antecedentes de la forma más breve posible. Cuando Luna nació, enseguida se cogió al pecho, yo, no sentía tirón alguno, pero el personal que me atendía en ese momento decían que era suficiente para un recién nacido. 
A continuación, y debido a la estimulación del bebé y a la no succión (esto lo sé ahora, después de una buena información), mis pechos se pusieron duros como piedras, y no exagero (que se lo pregunten a mi marido, jaja), dolía una barbaridad; cuando mi pecho se ablandó lo suficiente, mi pezón permanecía plano, entonces yo empecé a agobiarme, “habían pasado tres días y no era capaz de dar el pecho”. 
Cuando acudimos al pediatra de urgencias, por la pérdida de peso de mi niña, nos dijeron que estaba deshidratada y necesitaba comer. Así, nos mandaron para casa con la dosis de leche adaptada que debía tomar y cada tres horas exactamente. Antes de irnos, de nosotros salió sugerir: “¿si me saco la leche en vez de darle esta otra?”. A lo que nos contestaron: “mucho mejor, claro”….. 
A la semana de estar con biberones, sacando leche, usando pezonera y sobre todo de poner a Luna al pecho piel con piel, seguía sin engancharse. En ese momento decidimos llamar a ese grupo de mamás, Creciendo Juntos, al cual estoy muy agradecida, y que vinieron a casa a vernos y, tras comprobar que hacíamos todo lo que se recomendaba, nos transmitieron que tuviéramos paciencia, tesón y sobre todo que estuviéramos relajados, “llegaría el momento en que Luna se enganchara”. 
Y así fue, durante los siguientes 15 días cada vez me sacaba más leche pues necesitaba encontrar el nivel de producción que Luna demandaría cuando llegara “el gran día”. Íbamos cambiando las tomas de leche de fórmula por la mía y siempre poniendo a Luna al pecho, con y sin pezonera (lo cual no era lo más agradable), pero al pecho. Hubo malísimos momentos, pues aunque tuve la suerte de librarme de grietas y otros males, si tenía bastante dolor cuando usaba la pezonera, y sobre todo la desesperación por no poder alimentar a mi niña como yo deseaba. A punto estuve de tirar la toalla en varios momentos.

Pero, afortunadamente, contaba con la experiencia de mi hermana, que aunque estuviera lejos siempre desahoga mucho hablar con alguien que ha pasado por lo mismo. Y sobre todo tenía a mi lado al papá de Luna, que deseaba la lactancia tanto como yo. Él en esos delicados momentos siempre estaba ahí para animarme y para hacer todo aquello que yo no podía, como despertar a mi niña para que comiera, pues dormía profundamente y podía pasarse el día entero; y yo no era capaz, me parecía hasta cruel…; o para gastar una broma a tiempo y echarnos unas risas, siempre viene bien destensar el momento. No olvidemos que, además de la rutina que conlleva el comienzo de la maternidad, hay que añadirle ese descontrol hormonal que ataca a la mamá con mayor o menor virulencia, dependiendo de cada caso. 
A mí en concreto me pegó un buen viaje, sin llegar a la depresión, muchos ratos pasé llorando angustiada y sin saber porqué pues por fin era mamá, lo que había deseado tanto. Por todo esto quiero enfatizar en lo importante del papel del papá.

En resumen, quince días después del primer contacto con la asociación de mamás, Luna ya se “enganchaba”, y poco a poco fuimos quitando biberones hasta llegar a una lactancia normal, y totalmente satisfactoria. Enseguida se creó un vínculo especial entre nosotras, no la oía ni llorar, sabía enseguida cuando tenía hambre o cuando quería calorcito de mamá. Desde entonces, todo fue rodado. 
Y saliendo de sentimentalismos, la tranquilidad total de saber que mi bebé tomaba el mejor alimento que existe, sin preocuparme de llevar una bolsa entera de biberones, leches, agua, calienta biberones.., “ con el dineral que eso supone” ; ahora sólo tenía que sacar la teta, sin angustias de si “ le pongo 100ml y sólo toma 50ml” o “ ¿cuánto hace que le dí el biberón?”, pues los niños comen como nosotros, “cuando tienen hambre”, saben regularse igual que tu.

En fin, yo les diría a las nuevas mamás que a pesar del mes inicial que pasamos volveríamos a hacerlo por uno solo de los momentos que paso con mi niña cuando le doy de comer.
Si tenéis problemas al inicio, no os desesperéis, pedid ayuda e información a los grupos y profesionales formados en temas de lactancia, pues no todos lo están.

Antes de acabar, me gustaría dar las gracias al papá de Luna, porque gracias a él, nosotras tenemos innumerables momentos.



Ester.

 Un gran abrazo, familia, os deseamos la mejor suerte!!!!!!!

lunes, 18 de febrero de 2013

Taller "Educar en igualdad" el próximo martes 26/2/2013



El próximo martes 26 de febrero desde la asociación Creciendo Juntos queremos ofreceros un taller para reflexionar sobre la educación y el género  titulado:

"Educar en Igualdad"

a cargo de Raquel Prieto Plaza, Licenciada en Pedagogía, Diplomada en Audición y Lenguaje y Diplomada en Educación Infantil. Con amplia formación específica en temas relacionados con género y violencia de género, y resolución de conflictos. Coordinadora de Cruz Roja Juventud Zamora, durante 8 años, en diversos proyectos de prevención e intervención con menores y jóvenes en riesgo social y mediación infanto - juvenil y familiar. Actualmente coordina el departamento de voluntariado.

En este taller, trataremos cuestiones como:

  • Cuestión de género; reflexionar sobre la construción sexo - género, analizar la realidad de la mujer en la sociedad actual, roles y estereotipos
  • Socialización diferencial; el origen de las desigualdades. análisis de la socialización y educación de nuestras niñas y niños desde su nacimiento hasta la adolescencia y sus repercusiones sociales.
Y tendremos un espacio para debatir, preguntar y compartir nuestras dudas y experiencias.

La actividad se celebrará. como es habitual, en el gimnasio del colegio "La Candelaria" de Zamora, c/ Juan Sebastián Elcano nº7, a partir de las 18h.

La asistencia será gratuita para los socios; para los no socios tendrá un precio simbólico de 1€. Los fondos así reunidos sirven para sostener los costes de la organización de nuestros talleres y actividades.