La educación va evolucionando a la vez que los medios que se utilizan en el aula; los docentes necesitan nuevos métodos de enseñanza para aplicar con sus alumnos. Los métodos tradicionales han ido dando paso a otros métodos menos convencionales, pero que poco a poco se han ido haciendo un hueco en nuestro sistema educativo actual.
Cada niño es diferente y tiene facilidades para algunas materias y para otras no. Se trata de sacar el máximo partido y rendimiento a esas facetas que cada persona "controla". La mejor manera para conseguirlo es implantar en las aulas el Trabajo por Proyectos.
El trabajo por Proyectos fomentan la imaginación del alumno, no se busca que el alumno repita lo que ha estudiado, se conectan los nuevos conocimientos con los ya aprendidos, dando sentido a todo el proceso de aprendizaje. Un proyecto de trabajo rompe con la homogeneidad del libro de texto, facilita la interconexión con la vida cotidiana y fomenta la autonomía profesional de los docentes.
No se trata de una metodología didáctica, sino de una nueva manera de concebir la educación, adaptándola a los tiempos actuales; se permite aprender los contenidos como experiencias que se viven, puesto que se incluyen actividades y contenidos encaminados a identificar lo conocimientos que el alumno tiene en el momento actual y aquellos que necesita adquirir; las actividades planteadas deberán ser novedosas y enriquecedoras, tanto para el alumno como para el docente. Exige además buscar información complementaria a esos conocimientos que se van adquiriendo, mediante bibliografía, materiales audiovisuales... Se da un contenido real y tangible a la idea de “aprender a aprender”.
Se fomenta la colaboración entre compañeras y compañeros y se enriquecen los aprendizajes, ya que pueden beneficiarse de los conocimientos del resto, contrastando nuevas hipótesis .
Nuestros niños se encuentran con la rigidez del sistema y de los contenidos que deben memorizar, la mayoría no los llegan a comprender, son unos contenidos que no se adaptan a los alumnos, sino que exigen que sean los alumnos quienes se adaptan a ellos. Vivimos en una sociedad cada vez más exigente, donde se da excesiva importancia a las evaluaciones orientadas al producto, favoreciendo el bajo rendimiento de los niños con altas capacidades. Esto no ocurriría se si fomentaran las Inteligencias Múltiples. Si fueran los docentes quienes escogieran los contenidos a tratar, puesto que son ellos los que mejor conocen a sus alumnos. Un sistema educativo centrado en el profesor y diseñado desde el Sistema no puede funcionar. No debería existir un único "modelo educativo" sino tantos como comunidades educativas trabajen juntas en un determinado contexto.
Un trabajo por Proyectos permite innovar más en los métodos de enseñanza, abrirá la mente de alumnos y docentes, y lo más importante, se potenciaran las cualidades de cada alumno en vez de ceñirse al programa, con prácticas y recursos obsoletos.
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